Durante un viaje a Argentina y Chile, seguramente que ¡la Patagonia será uno de sus destinos de viajes favoritos! Ocupa una gran parte de ambos territorios. Tierra de leyendas y espacios, la Patagonia es sagrada. La naturaleza ha reunido aquí algunos de sus más provocadores inventos. Los tres reinos – el animal, vegetal y mineral – se juntaron para sublimarse mejor. Es también una tierra poblada por hombres valientes y singulares.
Historia
La Patagonia esta habitada desde más de 10,000 años, como lo demuestran muchos sitios arqueológicos, especialmente la cautivadora Cueva de las Manos en Argentina. Cuando llegaron los primeros exploradores, el Sur de la Patagonia era la tierra de los tehuelches o Aonikenks. A pesar de su aislamiento geográfico, atrajo a los colonos europeos relativamente temprano, en particular a los Británicos de las Malvinas, pero también a escandinavos, alemanes e incluso croatas.
Desde los años 1850-1860, la ciudad pionera de Punta Arenas, en el extremo Sur de Chile, se consolidó como un polo comercial, aprovechando la proximidad del Estrecho de Magallanes y el Cabo de Hornos, punto de paso obligado para barcos de largo recorrido, luego el nacimiento de las inmensas estancias de la Patagonia y Tierra del Fuego.
A mediados de la década de 1870, el aventurero Charles Musters, que salió de Punta Arenas, fue el primer occidental en viajar por la Patagonia junto a tribus Tehuelches. En la década de 1880, a raíz de la famosa «campaña del desierto», los ingleses importaron ovejas de las Malvinas en las inmensas estepas de la provincia de Santa Cruz.
El gobierno otorga a los pioneros concesiones sobre territorios gigantes, ¡algunos de los cuales superan las 200.000 hectáreas! Nacieron grandes familias de terratenientes, como los Menéndez, los Nogueira o los Braun… Constructores de suntuosas casas neoclásicas que hoy se pueden visitar.
Todo comenzó en el siglo 16. La Patagonia fue descubierta en 1519 por Fernando de Magallanes, el cual nombró muchas islas destacadas en su camino. Patagonia significa «Tierra de grandes pies». La leyenda cuenta que Magallanes y su tripulación habrían apercibido una tribu de gigantes dotados de grandes pies. Nombraron entonces, a esta tribu como «los Patagones» o «Los grandes pies». Más tarde, otros exploradores, clamando haberlos visto también, esbozaron dibujos de los Patagones.
Mapa
No es un país o una región administrativa de un Estado latinoamericano. La Patagonia es aquella tierra del fin del mundo que se extiende sobre el cono sur de América Latina, compartida por Chile y Argentina. La Patagonia es una región de ¡casi 1,140,000 km²! Región del sur ubicada en las fronteras de las Américas, a caballo entre el sur de Argentina y el sur de Chile. El 81% de esta vasta región se encuentra en Argentina (923,400 km²), más grande, más soleada, más ventosa… La parte chilena (216 600 km²) es más salvaje y mucho más húmeda. Para ubicarse en un mapa, los invito a consultar el mapa de la Patagonia.
Geografía
Aunque sus límites geográficos no estén claramente delimitados, la Patagonia cubre un territorio comprendido entre los 38° y 56° paralelos Sur, materializado de Norte a Sur, por el Río Colorado y el Cabo de Hornos.
Columna vertebral del continente sudamericano, la Cordillera de los Andes se extiende hasta los archipiélagos de Tierra del fuego y se sumerge debajo del Mar de Drake antes de resurgir como la península antártica. Una frontera natural (y a menudo disputada) entre Chile y Argentina, separa la Patagonia en dos áreas geográficamente muy distintas.
Patagonia Chilena
Al Oeste (lado chileno), en Patagonia Chilena reina el bosque austral, denso y sumido a un importante régimen de precipitaciones que llegan hasta 4.000 mm/año, y crece hasta las proximidades de los fiordos de la costa irregular del Pacífico, sobre un borde de tierra que raramente excede los 100 km de ancho.
Patagonia Argentina
Al Este (lado argentino), en Patagonia Argentina predomina una estepa semiárida constituida principalmente por mesetas que se extienden hasta los acantilados de la costa Atlántica, la Cordillera de los Andes bloqueando el acceso a las lluvias torrenciales del Pacífico.
Movimientos telúricos y periodos glaciares dieron a los Andes de la Patagonia un relieve muy particular de picos y agujas rocosas, cuyas cimas sobrepasan raramente los 3.000 metros. De los periodos glaciares quedaron dos gigantescos glaciares continentales: el Hielo Norte (4.500 km²) y el Hielo Sur (13.500 km²), que despliegan sus tentáculos helados sobre la ladera oriental de la cordillera y hasta los fiordos de la costa pacífica, formando numerosos glaciares entre los cuales se destacan los más imponentes del planeta.
El clima en la Patagonia
Estamos aquí al extremo sur del continente Americano, al Sur del sur, donde la vida parece llegar a su fin, o al contrario, empezar… Un verdadero paraíso en la tierra siempre que el tiempo sea bueno; el infierno puede rápidamente dar señales cuando las condiciones se vuelven extremas.
El viento es un elemento presente y constante en la Patagonia. Limpiando todo a su paso, parece esculpir los elementos y llevar consigo nuestras penas y razones.
En la parte Norte de la Patagonia, el clima es más templado y las temperaturas pueden ser muy elevadas durante el verano austral. La región de los lagos ofrece variedad de paisajes a explorar, escenarios de ensueño que le dan a esta región de la Patagonia, un entorno digno del jardín del Edén…
En el gran Sur de la Patagonia, las condiciones climáticas son tan difíciles, sobretodo en invierno que incluso el Hombre no ha conseguido instalarse masivamente… ¡Y por suerte!
Rutas Patagónicas
La carretera austral
La Patagonia Chilena es muy diferente a su vecina la Argentina. Salvaje, accidentada y húmeda, el sur de Chile ha sido durante mucho tiempo inaccesible. Una ruta «loca» nació durante el régimen del general Pinochet: la Carretera Austral , que comienza en Puerto Montt, y continua serpenteando la costa pacífica de Norte a Sur. Un transbordador permite llegar, del otro lado del mar, a las ciudades portuarias que la Carretera Austral une con los pueblos pioneros.
Luego busca su camino a través de los parques nacionales y los pastizales, las montañas rocosas cubiertas de nieves eternas y valles encantados, antes de perderse en la frontera argentina, en el pueblo de Villa O’Higgins.
Se trata de una de las carreteras más singulares del planeta, que bordea la costa del Pacífico a lo largo de 1.200 kilómetros y no sobrepasa los 2 metros de anchura. Es una ruta de ensueño para los amigos de la naturaleza y los aventureros. Los viajeros pasan cerca de los fiordos, de glaciares y de volcanes, atravesando el bosque tropical y la Pampa, descubren los agitados ríos y los profundos acantilados.
Al extremo sur, la geografía natural toma ventaja sobre los hombres y sus ambiciones para nacionalizar los espacios. Al final de la carretera Austral, para el desagrado de los chilenos la única opción para llegar hasta Punta Arenas, es cruzar la frontera y hacerlo desde el lado Argentino.
La ruta 40
Del otro lado de la frontera la famosa Ruta 40 bordea la Cordillera de los Andes y llega a su fin en la ciudad de Río Gallegos al borde del Atlántico Sur. A partir de allí, para descender hacia el sur en Tierra del Fuego, el paso por Chile es obligatorio para atravesar la frontera el famoso Estrecho de Magallanes, ¡esta vez para desagrado de los Argentinos!
Fauna Patagónica
La fauna es rica y muy presente en la Patagonia, entre las más emblemáticas encontramos zorros, liebres Patagónicas, flamencos rosados, cisnes de cuello negro, guanacos, ñandús (pequeño avestruz), cauquenes (Chloephaga picta, una especie de ganso salvaje), rapaces, cóndores y hasta pumas!
Los animales no tienen este problema y pueden pasar de un territorio a otro. El símbolo de esta libertad de movimiento es el Cóndor que planea y reina las cimas de la Cordillera de los Andes. Se trata de un pájaro carroñero de gran envergadura cuyo tamaño máximo es de ¡3,50 metros! lo cual le permite planear en círculos hasta más de 6.000 metros de altitud. El cóndor de los Andes utiliza al máximo las corrientes térmicas con el fin de evitar todo esfuerzo inútil, ya que luego de treinta batidos de alas se agota.
La Patagonia es, por tanto, una región con una fauna muy rica. Ir a Patagonia para observar animales es necesariamente una de las razones de un tal viaje y en la Patagonia se pueden ver cóndores con bastante facilidad. Recomiendo ciertas caminatas de un día en las que tendrá muchas posibilidades de ver estas grandes aves en pleno vuelo pasando por encima e incluso por debajo. Y si la Patagonia es un reino, entonces su rey es, por supuesto, el Puma, respetado y temido por todos.
Es en la Patagonia donde se encuentra el guanaco, a lo largo de los Andes, en el altiplano andino y en las estepas Patagónicas ¡hasta Tierra del Fuego! Viven en grupos con un macho dominante por varias hembras. Los guanacos tienen una gran capacidad de adaptación y son capaces de realizar grandes saltos, para superar las vallas que en ocasiones intersectan sus espacios de libertad.
Entre la fauna del litoral no deben olvidarse a los lobos marinos o leones de pelaje austral, elefantes de mar del sur, pingüinos, petreles, cormoranes, ballenas francas, ballenas jorobadas, ballenas azules, orcas y muchas otras especies… A lo largo de las costas de la Patagonia y el pleno mar, todos estos animales son fácilmente observables. ¡Así que prepare su cámara de fotos!
Actividades
Hay muchas actividades y cosas que hacer en la Patagonia. Además del descubrimiento de lugares mágicos con motivo de excursiones y caminatas, es posible visitar estancias típicas de la región, hospedarse e incluso ¡participar en la vida de una estancia! Con actividades como paseos a caballo, un asado tradicional y un emocionante espectáculo gauchesco mientras se toma un mate.
Por supuesto, también están en el menú actividades más especializadas, como pesca, práctica de golf, safaris fotográficos, cruceros en los fiordos de la Patagonia, mini trekking sobre glaciares, sobrevuelos de los más bellos lugares salvajes de la Patagonia como Península Valdés, esquí, buceo y snorkel, rafting, kayak, Mountain bike… Sin olvidar los viajes que se realizarán en trenes legendarios como «La Trochita», yendo de Esquel a El Maitén, su cautivador ambiente y las decoraciones Patagónicas que desfilan encantarán a todos los viajeros; o el tren del fin del mundo partiendo desde Ushuaia, para descubrir parte de Tierra del Fuego.
Esplendores
Hay regiones en el mundo cuyos nombres provocan una especie de fantasma de evasión, de locura… Y la Patagonia claramente forma parte de ellos. Es cierto que algunos paisajes tienen el poder de desatar el espíritu, y la Patagonia es el mejor ejemplo…
Un viaje a la Patagonia inevitablemente deja un rastro indeleble en cada uno de nosotros, haciendo de esta región del Sur, un destino fuera de lo común y, ciertamente, una gran idea de viaje.
Está claro, la Patagonia es un destino extraordinario y aún conservado, gracias a su lejanía y a sus especiales condiciones climáticas. Además, un viaje a estas latitudes será la ocasión para meditar sobre lo que ya pensaba Blaise Cendrars, mientras se dejaba llevar por los escritos de su prosa sobre el Transiberiano hacia las lejanas regiones de Siberia también salvaje, lejana y hostil: «Solo queda la Patagonia, la Patagonia, que convenga a mi inmensa tristeza».