Caleta Tortel: antes de conocer este lugar chileno en el fin del mundo, lo que me había llamado la atención era su situación geográfica. Los invito a mirar de más cerca un mapa de Chile para entender la complejidad de este territorio fuera de serie de la Patagonia.
Siempre pensé que un pueblo de estas características merecía una parada. Y no me decepcionó. Caleta Tortel es un pequeño pueblo, aislado al fondo del Golfo de Penas, enclavado entre los campos de hielo del norte al sur, en la desembocadura de uno de los más hermosos ríos chilenos: el «Río Baker».
Hace no mucho tiempo su acceso era posible únicamente por el mar. Hoy, solo es necesario conducir algunos kilómetros de ripio desde la carretera austral. Los únicos que se aventuran a visitarlo son los viajeros que se desplazan más al sur, al punto final de la carretera austral: Villa O’higgins, un pueblo único en el mundo, rodeado de paisajes de una belleza peculiar. Sus habitantes (al momento de escribir estas líneas) viven de la tala y la venta de la madera del ciprés.
Pueblo de los fiordos chilenos
Aquí no hay pescadores. Este pueblo tiene la particularidad de no tener calles ni caminos: se atraviesa únicamente gracias a pasarelas dispuestas sobre más de 8km, ¡que placer caminarlas! Lugar fuera de tiempo, encontrarán pocos turistas; la hospitalidad de sus habitantes los seducirá. Pasar aquí algunos días es una experiencia única, totalmente diferente a todo aquello que hayan podido conocer en el pasado.
Caleta Tortel ofrece diferentes posibilidades de navegación originales, a bordo de pequeños barcos locales. Dos glaciares son accesibles, al precio de un día de navegación, la posibilidad de vivir una experiencia única y autentica en los fiordos de la Patagonia chilena.